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viernes, 24 de junio de 2011

PERU: El agua abunda, pero se desperdicia

Perú posee cinco por ciento del agua potable del mundo pero maneja este recurso, cada vez más escaso, de manera inadecuada, advirtieron expertos.
La distribución del agua no es equitativa, según el informe "El medio ambiente en Perú año 2000". La sierra y la costa, donde viven 90 por ciento de los peruanos, disponen de menos de dos por ciento del recurso.
Por otra parte, la costa, en donde se reside 60 por ciento de la población, recibe una precipitación anual de 38 milímetros, 16 veces menos que la región andina y casi 100 veces menos que su selva amazónica.
A esa situación se suma la ausencia de políticas adecuadas de manejo y aprovechamiento, incluso en las áreas con menos fuentes naturales. El resultado es el derroche.
La escasez de agua es objeto de una "emergencia total", según el informe "Perspectivas del medio ambiente mundial para el año 2000", del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
"Es improbable que el ciclo hidrológico mundial baste para satisfacer la demanda de agua en los próximos decenios", dice el documento.
La Organización Meteorológica Mundial calculó que, si no cambian las actuales pautas de consumo, en 2025 dos de cada tres personas en el planeta vivirán en condiciones de tensión social por falta de agua, pues el actual nivel de gasto es insostenible.
Según un informe del PNUMA, este problema alcanza su mayor gravedad en Asia y Africa occidental. Ya son 14 los países africanos con tensión social por escasez de agua, y se calcula que otros 11 países del continente se sumarán a la lista en los próximos 25 años.
"Así como el petróleo originó disputas y guerras en las últimas décadas, en este siglo el agua será uno de los principales factores internacionales de conflicto", opinó el investigador Luis Chang, del Instituto Cuánto.
La creciente escasez crea la necesidad de acuerdos para una distribución equitativa del agua de superficie y subterránea y, para evitar que las disputas deriven en conflictos, la Organización de las Naciones Unidas considera criterios internacionales de gestión de este recurso.
"Más pronto de lo que algunos imaginan pueden surgir en algunas regiones tensiones geopolíticas por el uso y el control de las aguas fluviales que atraviesan varios países", comentó la socióloga e historiadora peruana Imelda Vega Centeno.
La escasez también aumenta la desigualdad social. En algunas regiones asiáticas, como en Gujurat, India, el nivel del agua subterránea disminuyó mucho y los agricultores pobres no pueden perforar a la profundidad necesaria para la extracción, dice el informe del PNUMA.
"El empleo eficiente del agua es uno de los objetivos fundamentales para el desarrollo. Sin embargo, en Perú, en donde se encuentra cinco por ciento del total mundial de agua potable, no hay un manejo racional ni previsor", comentó el ambientalista Iván Borja.
"Sólo dos por ciento de los recursos abastece a 90 por ciento de la población", agregó.
"En nuestro país, los recursos hídricos no son bien utilizados, los sistemas de riego no han sido concebidos adecuadamente y la mayoría de ellos se encuentran inconclusos", expresó Chang, integrante del equipo que presentó la semana pasada el informe "El medio ambiente en Perú, año 2000".
Según ese estudio, editado por el Instituto Cuánto, los deficientes sistemas de riego y su pobre manejo originan un grave riesgo de colapso.
La falta de un criterio estratégico sobre el manejo del agua disponible perjudica los cultivos de la costa, la zona peruana menos dotada de agua dulce adecuada para el riego.
Los campesinos costeños de Perú prefieren sembrar caña de azúcar y arroz, cultivos de alto consumo de agua, y el Estado no incentiva el empleo de técnicas modernas y eficientes de riego, como la aspersión y el goteo.
El agua no solo es indispensable para el consumo doméstico y la irrigación de las zonas agrarias, sino también para la industria.
Para producir una tonelada de acero se requieren 325.000 litros de agua. Una refinería emplea 10 litros de agua por cada litro de gasolina. Para extraer una tonelada de petróleo hacen falta 10.000 litros de agua.
Para producir una tonelada de fibra sintética se usan 5,6 millones de litros de agua, y para mantener en funcionamiento una central térmica de un millón de kilowats de potencia se deben utilizar cada año entre 1.200 y 1.600 millones de metros cúbicos de agua.
Las principales fuentes de agua de Lima, donde viven siete millones de personas, son los ríos Lurín, Chillón y Rimac. El Rimac recibe parte importante de su agua del Mantaro, un río serrano que desviado para dirigir a Lima parte de sus caudal, que se vierte en el río Amazonas y se pierde luego en el océano Atlántico.
Lima recibe 20 metros cúbicos por segundo de fuentes fluviales y ocho metros cúbicos por segundo de aguas subterráneas.
"Esa cantidad debería bastar para abastecer a Lima, pero el mal uso y las pérdidas en el sistema de distribución lleva a que casi la mitad de la población solo reciba 14 horas diarias de agua al día", señaló Rocío Flores, directora de un boletín de la empresa de Saneamiento de y Agua Potable de la ciudad.
Con una inversión aproximada de 330 millones de dólares, esa empresa pública se propone construir 44 kilómetros de canales y un túnel de 10 kilómetros, que atravesará la cordillera de los Andes para trasvasar siete metros cúbico de agua por segundo a la zona de la costa del océano Pacífico donde se encuentra Lima.

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